BUENOS Y MALOS ARGUMENTOS
Dentro del discurso argumentativo podemos distinguir entre los buenos y malos fundamentos, que le dan peso o poco sustento a la tesis que sostiene, lo que provoca que el destinatario esté o no interesado en el tema que se planea.
Los buenos argumentos son aquellos que poseen una base sólida, que tienen un lineamiento claro en torno a la tesis y son de apoyo total para la misma. Por otra parte, los malos argumentos son los que no presentan caridad ni especificidad y confundiendo al receptor, ya que los fundamentos que se presenten no son lo suficientemente fuerte ni creíbles. Para poder tener certeza si nuestros argumentos poseen una base consistente y de calidad.
CRITERIOS PARA EVALUAR LOS ARGUMENTOS
Para saber si estamos argumentando de manera adecuada, es preciso identificar qué características debe poseer un buen argumento, que sea correcto o que esté bien planteado. En tal caso necesitamos conocer los conceptos involucrados en el proceso de evaluación de los argumentos.
Algunos de estos elementos se concentran exclusivamente en la forma o estructura del argumento y otros de su contenido
En términos generales deseamos contar con argumentos sólidos, que no sólo tengan buena estructura y contenido verdadero, sino que además el contenido de sus premisas sea relevante y suficiente para aquello que se quiere sustentar en la conclusión. Por lo tanto, la característica más deseable que le podemos reconocer a un argumento es que sea sólido.
Los conceptos involucrados en la evaluación de un argumento son los siguientes:
Los buenos argumentos son aquellos que poseen una base sólida, que tienen un lineamiento claro en torno a la tesis y son de apoyo total para la misma. Por otra parte, los malos argumentos son los que no presentan caridad ni especificidad y confundiendo al receptor, ya que los fundamentos que se presenten no son lo suficientemente fuerte ni creíbles. Para poder tener certeza si nuestros argumentos poseen una base consistente y de calidad.
CRITERIOS PARA EVALUAR LOS ARGUMENTOS
Para saber si estamos argumentando de manera adecuada, es preciso identificar qué características debe poseer un buen argumento, que sea correcto o que esté bien planteado. En tal caso necesitamos conocer los conceptos involucrados en el proceso de evaluación de los argumentos.
Algunos de estos elementos se concentran exclusivamente en la forma o estructura del argumento y otros de su contenido
En términos generales deseamos contar con argumentos sólidos, que no sólo tengan buena estructura y contenido verdadero, sino que además el contenido de sus premisas sea relevante y suficiente para aquello que se quiere sustentar en la conclusión. Por lo tanto, la característica más deseable que le podemos reconocer a un argumento es que sea sólido.
Los conceptos involucrados en la evaluación de un argumento son los siguientes:
- Validez
- Verdad
- Relevancia
- Suficiencia
- Solidez
La validez
Es una característica que atribuimos exclusivamente a la estructura o forma del argumento. No podemos caracterizar como válidas premisas o una conclusión aisladas.
La validez es una propiedad que conferimos a la relación que se da que se da entre las premisas y la conclusión en un argumento.
La verdad
Es una propiedad que atribuimos al contenido de los enunciados que integran un argumento. Un enunciado será verdadero si aquello que expresa corresponde con los hechos tal y como los conocemos y lo podemos llamar realidad y en el caso de que la idea sea distinta de lo que ocurre en los hechos, entonces se le asigna un valor falso.
La relevancia
Se dice que algo o alguien tiene relevancia cuando consigue sobresalir, destacarse o ser mas importante que los demás seres u objetos por algún detalle que lo vuelve único o digno de preponderar.
Suficiencia
Las premisas de un argumento son suficientes cuando nos aportan toda la información requerida para aceptar la conclusión.
Solidez
Es la propiedad que tienen los argumentos cuando son válidos y sus premisas son todas verdaderas. Si un argumento es deductivamente válido, entonces sí es sólido, su conclusión será necesariamente verdadera.
Brenda Muñoz Ainza
Lógica CECyTE
Paginas 72, 73, 74, 75 ,76 y 77
Sonora México
2017
Editorial Miguel Ángel Velasco
RUIZ REYES NOHELIA
RUIZ REYES NOHELIA
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